La pareja en su banquete tenía angustia por la falta de suficiente bebida, y María pide a Jesús que por misericordia actué con su poder mesiánico. Jesús transforma el agua en vino y de esta forma, la fiesta de boda tiene más lucidez y agasajo para los invitados. En el mapa puede verse la cercanía entre Nazareth y Caná.
Cabe hacer notar que también cabe que esto de matrimonio tenga un significado simbólico al unir a Dios con su pueblo, o a Jesús con la Iglesia.
Total, que de uniones, este pasaje ha servido para muchas interpretaciones.
Es significativo que también con esa agua vuelta sangre, queda también formalmente iniciada la Nueva Alianza que se dará entre el Hijo de Dios y los hombres.
Y esa sangre representada en vino, será una manera de conmemorar a Jesús, ni más ni menos que con vino.
Aquí tenemos entonces otra forma de ver 3 elementos en uno. No sólo tenemos una Santísima Trinidad (Dios Padre, Dios hijo y Dios espíritu Santo, promulgada por los Cristianos pero negada por los Musulmanes) sino que también tenemos otra especie de Trinidad.
“Agua” que se vuelve “Vino” que representa “Sangre”.
De todo esto tenemos que el vino es una bebida apreciada en varias culturas, e incluso por sus respectivos Dioses, incluyendo la más propagada en América.
Sin embargo, hay que reconocerle su creatividad al hombre por haber tomado algo de la naturaleza y haberlo procesado, obteniendo algo que no se da por si solo.